miércoles, 7 de enero de 2015

LOS VELOS DE LA MENTE. Avidya.

(Imagen de Desireé Dolron)

Si conocemos por qué tenemos problemas en la vida, somos capaces de librarnos de ellos.
Avidya es, según Patanjali explicó en los Yoga Sutras, un estado de falso entendimiento, motivo por el que no actuamos como deberiamos.
AVIDYA - Ignorancia esencial, desconocimiento, error, ignorancia, fuente de aflicción.

¿CÓMO SE EXPRESA AVIDYA?

Avidya a menudo no se expresa como tal. Si sabemos que no entendemos y estamos seguros de ello, no actuamos. Avidya, al contrario, se expresa como una percepción superficial: 
"creo que sé, luego actúo y después descubro que no sabía"
Pocas veces la reconocemos directa e inmediatamente; sin embargo la podemos reconocer por sus cuatro hijos.

1. Asmita. Es el "Ego" que nos motiva siempre. "Debería ganarle." "Soy el mejor." "Sé que tengo razón." "No puedo fallar." Todas estas son expresiones de asmita.

2. Raga. Adherencia o deseo. Esperamos algo hoy porque fue agradable ayer, no porque lo necesitemos. Ayer tuvimos un trozo de pastel que fue delicioso. Hoy algo nos dice que debemos tener otro trozo aunque no lo necesitemos.

3. Dvesa. De alguna manera lo opuesto pero con efectos contrarios a raga. Si no conseguimos lo que queremos tendemos a menospreciarlo o pasamos una desagradable experiencia y no queremos que ocurra una y otra vez.

4. Abhinivesa. Fuente del miedo. Este es el aspecto más misterioso de avidya. Sea cual sea la fuente, abhinivesa tiene ramificaciones a muchos niveles de nuestra existencia. Nos sentimos inseguros, tenemos miedo de nuestra posición en la vida. Tememos cómo nos juzguen los otros. Nos sentimos inseguros cuando se altera la continuidad de nuestra manera de vivir. No queremos afrontar la vejez. Todo esto está arraigado en abhinivesa, el cuarto hijo de avidya.

Estos cuatro hijos, separados o combinados, nos hacen dificil ver con claridad.
Avidya está trabajando constantemente en nosotros y es fuente de descontento. A menudo es muy dficil entender nuestro descontento en un determinado momento y nuestra felicidad en otro.
En la medida en que estemos influidos por los hijos de avidya, habrá siempre la posibilidad de que podamos estar equivocados ya que no habrá ni claro discernimiento ni perfecta distinción.

T.K.V. DESIKACHAR

www.actosypalabras.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario